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El acercamiento literario a la soledad urbana a través del programa “Cruce de “Soledades”

“Cruce de Soledades” es el acercamiento literario que desde el Ayuntamiento y su programa “Madrid te acompaña”, y el Foro de Empresas por Madrid se hace al problema de las soledades urbanas. Lidia Blanco, su coordinadora, nos explica en esta entrevista los objetivos de la iniciativa.

Con el título de “Cruce de Soledades”, la Red de Bibliotecas hacen su aportación al programa “Madrid te acompaña” y centra su actividad en la lucha contra la soledad no deseada. Usando la palabra como herramienta, el programa se relaciona en barrios, calles y plazas con las voces de Pilar Adón, Belén Gopegui, Rafael Reig, Isaac Rosa, Berta Vias Mahou y Manuel Vilas acompañados por Santiago Alba Rico y Antonio R. de las Heras. Son los autores que estarán presentes y que interactuando con los lectores podrán desmadejar el laberinto de las distintas soledades y de cómo se puede vivir este sentimiento.

En un esfuerzo transversal, Cruce de Soledades se relacionará con otras iniciativas como la exposición ‘La No Comunidad’ y creará recorridos subjetivos por la colectiva para buscar “miradas propias”. Lo hará también con el Foro Internacional sobre la Soledad, la Salud y los Cuidados (21, 22 y 23 de noviembre), donde se realizará una performance de Crisal Rodriguez titulada ‘Llámame soledad’ para que el cuerpo sea la vía de comunicación de este sentimiento. Además, las bibliotecas de los diferentes distritos también serán las encargadas de descentralizar las acciones, con lecturas en voz alta o talleres para fomentar la lectura a domicilio.

Lidia Blanco, coordinadora del programa “Cruce de Soledades y de las actividades de la red de Bibliotecas, profundiza en estas ideas a lo largo de la entrevista que nos ha concedido.

 

 

¿Cuál es la relación entre literatura y soledad?

 

Son muchas las relaciones entre literatura y soledad. Desde la más formal (la literatura necesita espacios de soledad y silencio para generarse aunque beba del ruido, del tumulto, de la polifonía de voces…) hasta las más imbricadas con los contenidos, las historias, los personajes, las voces que se despliegan en el texto, pasando por supuesto por los espacios de lectura, las bibliotecas, los cafés, el metro -esos lugares de soledades compartidas-, la habitación privada o incluso las lecturas públicas donde cada participante genera su propia lectura individual y solitaria.

 

En este caso, el “escenario” de la ciudad de Madrid es vital para su desarrollo, ¿no es así?

 

Sí. Madrid se enuncia desde una primera persona como una ciudad que se quiere libre de soledad no deseada, uno de los malestares contemporáneos que las grandes urbes han generado al romper los lazos sociales más cercanos, deshumanizar el territorio y despreocuparse del individuo. La agresión, la precariedad, la pobreza, la expulsión, las ausencias, la desconfianza, el desconocimiento… generan soledad. La calle es un espacio de expulsión y de temor pero también puede serlo de solidaridad, de fiesta, de acogida. La ciudad tiene que repensarse desde ese lugar de espacio protector de sus habitantes, de todos sus habitantes.

 

Este programa de “Cruces de Soledades” mira a la soledad desde puntos de vista diferentes (ausencia, ensimismamiento, interacción…) ¿Por qué este enfoque?

 

Porque no hay una soledad, sino quizá tantas soledades como individuos o situaciones. En una vida hay muchos y muy variados momentos de soledad y no me refiero a las razones de la soledad sino a las formas de vivirla. La soledad como incomunicación, como problema, como malestar es el que se propone atajar el programa del Ayuntamiento “Madrid te acompaña”, pero también necesitamos poder vivir y disfrutar de las parcelas de soledad deseada, de espacios de silencio y tranquilidad que una ciudad debería brindar a sus habitantes. Vivimos en una presión social de ruido, exhibición e imposición de la que necesitamos tomar distancia y en la que en muchas ocasiones la soledad es una reacción a estas imposiciones normalizadoras del individuo.

 

Una de las acciones que se proponen es una lectura a domicilio. ¿Es “atacar” la soledad en uno de los lugares donde más reside?

 

La soledad está en todas partes y quizá la calle sea uno de los espacios más visibles, pero sí, el espacio íntimo, el domicilio, puede convertirse en un espacio de encierro de exclusión, de terror, de incomunicación. La enfermedad, la vejez o el miedo son las zonas de riesgo más evidentes, pero también algunos jóvenes lo empiezan a vivir como zona de refugio donde aislarse del resto del mundo cercano y aventurarse en un ciberespacio en el que se pueden reinventar y ensoñar otros mundos posibles. Es una nueva soledad conectada y vigilada a la que hay que estar atentos.

 

Llama mucho la atención también la acción 5, “Bibliotecas, en voz alta”. ¿Cuál es la idea?

 

Al igual que “Páginas contra la soledad”, se trata de propuestas para los barrios, para que la comunicación vecinal genere espacios de encuentro. La bibliotecas, como en este caso, pero también los bares, las peluquerías, las plazas… pueden ser espacios de reconocimiento y de acogida. La lectura es el punto de encuentro y el acicate para hablar de la soledad y de muchas otras cosas sin tener que exponernos obligatoriamente.

 

Por último, se organiza el encuentro con escritores. ¿Qué valor añadido tiene juntar a autores con público en un programa contra la soledad?

 

El análisis. Todas las acciones del programa “Cruce de Soledades” -las lecturas-botellón en las plazas, los talleres para generar una red de lectura a domicilio, las lecturas en las bibliotecas, la performance en el Foro Internacional, y los recorridos por la exposición La no comunidad- están pensadas para deambular por los distintos escenarios de la soledad, sin embargo los dos encuentros que se plantean, lo que pretenden es analizar y profundizar en la polifonía de la soledad tanto en el espacio público como en el privado. Escritores de distintas generaciones y pensadores desgranan en estas dos jornadas, las múltiples soledades en las que vivimos con el objetivo de conocer y entender mejor el amplio mundo de la soledad, pero también con la idea de imaginar esa ciudad utópica, libre de soledad no deseada, donde quisiéramos vivir (Foto: Lisa Fotio).

Consultar el Programa completo de “Cruce de Soledades”:

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