La iniciativa, financiada por la Agencia para el Empleo del Ayuntamiento de Madrid, busca la reinserción laboral de personas en riesgo de exclusión, especialmente mujeres mayores de 45 años.
La hostelería es un sector muy importante en la ciudad de Madrid, tanto que puede ser la llave de entrada a una nueva vida para muchas personas. Eso es lo que persigue Treboleda, un proyecto de formación integral en cocina y sala para personas desempleadas, prioritariamente mujeres mayores de 45 años. La iniciativa social, que está financiado por la Agencia para el Empleo del Ayuntamiento de Madrid e impartido por la Fundación José María de Llanos, actúa con personas empadronadas en la zona de Vallecas y alrededores.
“El objetivo general de nuestro curso es dotar de conocimientos teóricos y prácticos a las personas participantes, que les permitan afrontar la gestión de establecimientos hosteleros por cuenta ajena o propia, optimizar recursos y adaptar las necesidades de la empresa a lo que demanda el mercado”, explica al Foro de Empresas por Madrid Olga Pardillo Megías, coordinadora proyecto Treboleda. Lo hace cuando el curso está a punto de terminar su parte formativa, a punto de iniciarse las prácticas y justo después de que la visita de cargos del ayuntamiento como el delegado de Economía, Innovación y Empleo, Miguel Ángel Redondo, el de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, o el jefe del departamento de Participación Empresarial, Javier Pérez.
“La formación y cualificación -explica Pardillo Megías- son cada vez más valoradas por las personas responsables de la contratación. La demanda de perfiles bien preparados, en un sector cada vez más especializado, seguirá creciendo y es imprescindible formar a futuras y futuros profesionales capaces de afrontar los cambios y retos presentes y futuros”. Y es que está claro que, como comentan desde el proyecto, “España es un país de servicios, y sabemos que la hostelería genera muchos puestos de trabajo”.
Por eso, se ha elegido la hostelería como el sector en el que trabajar especialmente con mujeres. Un género que ha sido especialmente afectado de la crisis económica anterior y en este parón laboral por la pandemia. “Los datos reflejan una clara desigualdad en el acceso al empleo de las mujeres; para apoyarlas en sus procesos de inserción y porque una formación como esta les puede abrir la puerta a un empleo menos precarizado y más estable por estar cualificadas. Dado el perfil de las participantes, la autonomía económica es imprescindible para que puedan completar sus procesos de recuperación y lograr una vida autónoma e independiente”, reflexiona la coordinadora de Treboleda.
Por todo ello es una satisfacción para los impulsores del proyecto decir que de las 45 personas que empezaron, 27 irán a prácticas y otras 14 personas encontraron trabajo en la duración del curso. Unas 600 horas de formación técnica repartidas en cuatro asignaturas (cocina, sala, gestión de empresas y materias transversales), favorece al alumnado para acceder a las ofertas de empleo que empiezan a surgir en el sector, con una preparación que anteriormente no tenían o que han mejorado.
“Las y los participantes -explican- han sabido aprovechar el momento más complejo de la pandemia como una oportunidad para reciclarse en unos casos, y cambiar de ámbito profesional en otros, de manera que ahora están más capacitadas y capacitados para la inserción laboral”. Solo queda desear mucha suerte a los beneficiarios que ahora tendrán que poner en práctica lo aprendido en diversos establecimientos, como obradores, colegios, comidas para llevar, restaurantes y hasta en el Senado, en cuya cafetería irán cuatro alumnas.
