Imagen del seminario 'Juntarse' celebrado en Madrid los días 4,5 y 6 de marzo sobre urbanismo y soledades

Co-housing, paisajismo y espacio público para combatir la soledad desde el urbanismo

El seminario ‘Juntarse/Togather’, organizado por el Ayuntamiento de Madrid, apoyado por el Foro de Empresas por Madrid y clausurado por el coordinador general de la Alcaldía, Luis Cueto, concluyó ayer con las ideas más punteras a nivel internacional sobre cómo la arquitectura puede favorecer el bienestar de los ciudadanos.

Con el arranque el pasado lunes del Seminario sobre arquitectura y Soledad ‘Juntarse/Togather’ el pasado lunes 4 de marzo, se abrían tres jornadas intensas para investigar la relación entre el espacio urbano y la soledad no deseada, en una actividad incluida dentro del programa del Ayuntamiento de Madrid ‘Madrid te acompaña’ que ha sido apoyada por el Foro de Empresas por Madrid. Se trata de un encuentro internacional, comisariado por Ricardo Ramón Jarne y Victoria Cobeña Serrano, con urbanistas, paisajistas, arquitectos, sociólogos y demás expertos intereados en comprender las dinámicas del espacio público y privado que ayuda la lucha contra la soledad no deseada. Precisamente, en la segunda jornada, las ponencias se concentraron en cómo la vivienda puede ser una causa de soledad o justamente todo lo contrario gracias a nuevos modelos de convivencia.

 

La arquitecta Claudia Hiesen comentó su perspectiva y experiencia como asesora de cooperativas de vivienda en Zurich. Hiesen explicó cómo debería ser el entorno, no solo las viviendas, para que realmente haya una convivencia integrada y exitosa cuando se mezclan poblaciones de diferentes edades, estructuras sociales y actividades. Por eso, es importante no olvidar “la movilidad sostenible, el comercio de proximidad, los servicios necesarios y el espacio público necesario para hacer comunidad”, insistió la arquitecta.

 

Más cerca, Carles Baiges, arquitecto y sociólogo de Lacol Arquitectura Cooperativa, puso de ejemplo la cooperativa de viviendas en la que él mismo vive: La Borda, en Barcelona. Además de repasar las dificultades para poner en práctica la cooperativa, aseguró que también se estaban adelantando a otros problemas, como la inclusión de la segunda generación en la cooperativa cuando llegue el momento. Desde Madrid, el CEO de sAtt Arquitectura Abierta, Iñaki Alonso, comentó la experiencia de su estudio en Entrepatios, un “proyecto hermano de La Borda”, como él mismo dijo. Respecto a los grados de más privacidad o más comunidad, Alonso explicó las diferencias entre el concepto ‘coliving’ y ‘cohoursing’. “La arquitectura debe estar predispuesta a que los vecinos se hagan cargo del espacio común como consideren, sea coliving o cohousing”, aseguró en ambos casos.

 

Viena es una de las ciudades europeas que más énfasis pone en las viviendas conectadas y sostenibles. Por eso la fundadora de Einszueins Architektur, Katharina Bayer, explicó uno de los proyecto que hizo que les fuera otorgado el galardón Prize of Architecture and Sustainability 2014 y el Premio Hans Sauer 2016. Se trata de un modelo de vivienda que  presentaron a un concurso de viviendas públicas, algo que nunca se hace desde un colectivo privado, pero al ganarlo tuvieron que abrirlo a más familias, añadiendo un parque dentro del suelo público cedido. “En Viena tenemos una larga tradición de cooperativas de viviendas, pero por algún motivo hace tiempo que no había. Por eso, en seguida aparecieron personas y familias interesadas”, comentó la arquitecta que también explicó el proceso de tres capas en el que se hizo el proyecto: desde las propias casas, los espacios comunes y el espacio público.

 

Dentro de estos proyectos, se trató la idea de que estos tipos de viviendas ayudan a colectivos especialmente vulnerables, como las personas con discapacidad intelectual. Sobre ello trató la mesa de debate que fue moderada por Francisco López Barquero, consejero delegado de la EMVS, y que contó con Eva Chacón, arquitecta del Laboratorio de Espacios intergeneracionales; Gaspar Mayor, gerente del Patronato Municipal de la Vivienda en Alicante; Jaime Moreno, responsable de la cooperativa para mayores Trabensol; y Daniel Fábregas que explicó el proyecto para personas sin hogar Hopusing First.

 

El tercer y último día del seminario internacional arrancó con una visita guiada por Madrid, con el objetivo de evaluar la accesibilidad, la eficiencia energética y el estado de conexión de los barrios con el resto de la ciudad. Madrid Río y Orcasitas fueron algunos de los lugares visitados. La participación ciudadana destacó como una de las pocas garantías para que cualquier intervención sea un éxito a medio y largo plazo. Con esta visión del Madrid actual, se pudo escuchar la ponencia del decano del COAM (Colegio de Arquitectos de Madrid), José María Ezquiaga, que trató la visión entre arquitectura, el uso del espacio y el paso del tiempo en las urbes.

 

Otro de los elementos que construyen ciudad es la vegetación. Sobre ello trató la ponencia de Teresa Gali-Izard, fundadora de Arquitectura Agronomía de Barcelona y profesora de Landscape Architecture de la Universidad de Harvard en EEUU. “¿La jardinería podría ser una de las soluciones para la soledad? ¿Cómo de íntima es nuestra relación con las plantas?”, enunció en su intervención y advirtió que “si los árboles viven en condiciones, los humanos viven en condiciones”. Por eso explicó que hay que ver cómo árboles son estructurales y los arbustos son una oportunidad de conexión socio cultural, porque es la forma de que las personas tengan contacto con la naturaleza, aunque advierte también que las plantas no son cosas, son seres vivos, con sus ciclos.

 

Por su parte, el arquitecto David Gianotten del estudio OMA, planteó otra dimensión a tener en cuenta para ayudar a luchar contra la soledad: la importancia de espacios dedicados al deporte y a la vida sana. Para ello, los arquitectos necesitan tener en cuenta cómo está dividida la ciudad, entre zonas ricas y pobres, saludables y no saludables, y su desarrollo completo. Puso el ejemplo de Rotterdam o proyectos en Amsterdam, entre otros, donde se tuvo en cuenta mucho más que las actividades económicas para ver cómo conectar las sociedades y cómo mejorar la salud de la comunidad.

 

La clausura corrió a cargo del coordinador general de la Alcaldía, Luis Cueto, quien comentó que estos tres días puedan “ser una semilla” para que la ciudad de Madrid tenga la curiosidad y las ganas de ser mejor. “Hemos tenido muchas oportunidades de intercambiar experiencias que se tienen en marcha en otros países y para que los expertos de otros lugares vean y conozcan los movimientos que se hacen en Madrid”, aseguró, finalizando con el agradecimiento al Foro de Empresas por Madrid que hace posible que las iniciativas vayan más allá de lo público a lo privado.

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