Bosque Metropolitano

Bosque Metropolitano: ‘A flor de yeso’, el proyecto que ejecutará el anillo verde del sureste

Se trata del proyecto ganador del lote 3 del concurso de ideas del Bosque Metropolitano, correspondiente a la Corona sureste de la ciudad, que se propone poner en valor los espacios libres de los desarrollos urbanísticos de los cerros, Cañaveral, Ahijones, Berrocales, Ensanche de Vallecas y Valdecarros, conectando el cerro de Herradura con la zona de Cantiles del Manzanares

El ‘Bosque Metropolitano’ tiene por objeto contribuir a la restauración ecológica y paisajística de zonas degradadas de la ciudad a través de un cinturón verde que la rodee a lo largo de 75 kilómetros. Es un importante proyecto del Ayuntamiento, en el que participa el Foro de Empresas por Madrid con la financiación de los premios del concurso internacional de ideas que se ha organizado para seleccionar de entre 33 propuestas los mejores diseños y soluciones ambientales para la ejecución de esta gran infraestructura verde.  

Distribuido en cinco lotes, el número tres, titulado ‘El anillo verde del sureste’ y referido a la Corona sureste de la ciudad, se propone poner en valor los espacios libres de los desarrollos urbanísticos de los cerros, Cañaveral, Ahijones, Berrocales, Ensanche de Vallecas y Valdecarros, conectando el cerro de Herradura con la zona de Cantiles del Manzanares.

El ganador para este lote es el proyecto ‘A flor de yeso’ presentado por Uxama Ingeniería y Arquitectura, Gestión Integral del Suelo y Eslava y Tejada Arquitectos. El jurado ha valorado especialmente su visión predominantemente ambiental y ecológica en la intervención del territorio, así como sus pautas para la actuación específica sobre los suelos yesíferos del sureste, de ahí su nombre.

El proyecto, explican los ganadores, parte de una zona en la que coexisten grandes vertederos con Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (EDAR) e infraestructuras viarias y ferroviarias y que ha sido, además, zona de gran crecimiento demográfico.

Asimismo, se trata de un territorio árido, con escasez de agua, áspero, poco fértil y, sin embargo, de gran riqueza mineral, por lo que a menudo ha sido explotado con fines extractivos, ya que es rico en cantiles y afloramientos de yesos.

Al mismo tiempo, es una zona de gran riqueza, “con extraordinarias vistas de las vegas del Jarama y del Manzanares, formaciones geológicas, hábitats específicos, un cauce natural como absoluto vergel, la existencia de restos arqueológicos, líneas de trincheras de la Guerra Civil bien conservadas, así como el potencial de la futura restauración e integración paulatina de todos los vertederos”, señalan.

El proyecto se propone encajar en una única solución una triple problemática: la recuperación ambiental; la transición de los nuevos desarrollos urbanísticos al suelo rural, y la integración social de la población marginal arraigada en este entorno. Una de las máximas del proyecto es que la recuperación se debe abordar de forma sostenible tanto natural como socialmente.

En este contexto, plantean también originales soluciones como la de ‘los viveros del sureste’ para la producción de las especies, características o endémicas del propio territorio. Proponen también la creación de un centro de investigación, formación y desarrollo de economía circular, con la idea de dar un sentido regenerador a nivel ambiental y social a los vertederos, y de una escuela de oficios a partir de la exploración, tratamiento y transformación del yeso.

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