Vista de Madrid

Madrid, más sostenible gracias al transporte público y las zonas verdes

Con una de las redes de metro más largas del mundo y 6.219,15 hectáreas de zonas verdes, Madrid es una de las ciudades de Europa con más usuarios de carsharing, y una de las mejores conectadas de España. Día a día aspira a pertenecer al grupo de capitales que lideran la sostenibilidad urbana.

Madrid es una ciudad con proyección en todos los sentidos, y así lo ha destacado PWC en su informe ‘PWC Cities of Opportunity 2016’, que la sitúa en la posición número 16 del grupo de treinta ciudades analizadas como las que tienen mayor proyección a nivel mundial y, en concreto, afirma que de este grupo, es la ciudad del mundo con mejor sostenibilidad y entorno natural.

En su seno alberga 6.219,15 hectáreas de zonas verdes, entre las que se cuentan 189 parques y jardines, 11 de ellos catalogados como históricos y singulares. Además, una de sus zonas verdes más grandes, la Casa de Campo ocupa una superficie que supone cinco veces la extensión del Central Park de Nueva York. Incluso, se puede afirmar que el 26,4% de la capital es reserva natural, contando parte de el Monte de El Pardo, uno de sus principales pulmones, situado al norte del municipio. El esfuerzo de la ciudad de Madrid en los últimos años por convertirse en un área urbana cada vez más verde le ha llevado a acometer proyectos tan importantes como el de Madrid Río, con el soterramiento de una parte de la Calle 30 para convertirlo en una zona peatonal, y la renaturalización del Río Manzanares.  

Conscientes de que tan importante son los espacios verdes y peatonales para la calidad de vida de los habitantes y visitantes de Madrid, como cuidar su salud, la ciudad se ha enfrentado al gran desafío que acecha a muchas áreas urbanas en todo el mundo: la calidad del aire.  Para plantar cara a esta realidad, ha puesto en marcha grandes planes que faciliten y motiven a la población a usar el transporte público, la bici o recurrir a desplazamientos a pie, cuando sea posible, de manera que el uso del vehículo particular y su impacto sobre el medio ambiente se minimice. Entre otras capacidades, cuenta con una de las redes de metro más largas del mundo, con 294 kilómetros y 2.322 trenes en operación, además de una importante infraestructura de metro ligero, de 35,4 kilómetros de longitud, que llega a 52 estaciones. A ello hay que sumar el servicio de tren de cercanías, que llega a alrededor de 92 estaciones y que pone en circulación una media de 1.335 trenes y de 907.489 viajeros a diario, lo que facilita enormemente que no haga falta desplazarse en vehículo particular al centro de la ciudad.

Lo mismo ocurre con el servicio de autobuses urbanos, de 3.705 kilómetros de red, y en la que se cuida cada vez más que sus impactos en cuanto a liberación de gases de efecto invernadero a la atmósfera sean los mínimos posibles por lo que poco a poco se van incorporando a su flota vehículos de cero emisiones. Para incentivar el uso de la bicicleta se está ampliando la red de carril bici, que en el 2027 recorría ya 290 km y las prestaciones de BiciMAD, la red pública de alquiler de bicicletas eléctricas. También se promueve el uso de vehículo eléctricos a través de la instalación de más puntos de recarga y la operación en la ciudad de empresas de carsharing eléctrico. Es una de las ciudades a nivel mundial donde más se usan estos servicios. Todo ello le ha valido ser reconocida como la sexta ciudad del mundo con mejor movilidad y transporte en 2017 en el informe ‘Cities in Motion 2017’ del IESE.

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