voluntarios de empresas

Voluntariado internacional: viajar para transformar y mejorar el mundo

En el programa de Compromiso Madrid, de la radio M21, trabajadores de Endesa y La Caixa, ambas compañías miembros del Foro de Empresas por Madrid, han contado sus experiencias en los viajes solidarios que les facilitan sus empresas.

Viajar no tiene por qué consistir únicamente en descubrir nuevos lugares y disfrutar de la desconexión vacacional; también puede ser una forma eficaz de contribuir a lograr cambios transformadores tanto en localidades remotas como en el propio país de procedencia. Así lo han demostrado Raúl Avando, Javier Viles, Maria José Espinosa y Daniel Romero, todos ellos trabajadores de La Caixa y de Endesa que han participado en la tertulia de Compromiso Madrid, de la emisora municipal M21.

Recién llegados de sus viajes solidarios por Asia, Latinoamérica y África, los empleados de estas dos compañías —que forman parte del Foro de Empresas por Madrid— han relatado su experiencia, y han explicado algunos de los principales retos a los que se enfrentan las comunidades a las que han ido a ayudar este verano a través de programas de voluntariado facilitados por sus empresas.

Desde Uganda, Maria José Espinosa (Endesa) recalca la importancia de apreciar a las personas que nos rodean por encima de lo material, que “viene y va”. Ella lleva cinco semanas en un orfanato, uno de los tantos que hay en el país africano donde “es muy común que las madres mueran en el parto”. Allí, pasan tiempo con los niños y colaboran en las actividades junto a las hermanas del Sagrado Corazón.

Raúl Avando (La Caixa), por su parte, estuvo este verano en India, colaborando con un programa de empoderamiento femenino a través de mecanismos —créditos, asesoramiento, etcétera— para fomentar el emprendimiento entre las mujeres. Avando destaca “el peso que lleva al mujer en la India rural”, una vez se ha alejado uno de las megatrópolis como Delhi, en tanto que son ellas quienes cocinan, se hacen cargo de la limpieza y de los cuidados a niños y mayores (en familias especialmente numerosas), entre otras tareas del hogar. Él ha trabajado con una ong, con la que colabora La Caixa, que también ayuda en la financiación. “La Caixa induce a que se den esos créditos, y a que las oportunidades surjan y crezcan en esas zonas”, asegura Avando, y señala que allí, en India, está muy asimilada la cultura de los créditos: “la gente devuelve el crédito en plazo y dinero”.

Avando también cuenta que para las mujeres indias, montar una empresa supone “toda una aventura”. “Las mujeres reciben la formación con muchas ganas y aprenden temas de construcción, entre otras materias. Empiezan a sentirse capaces de hacer cosas que antes quizás las veían pero no sentían esa capacidad”. Su compañero, Javier Viles, estuvo en Colombia, y ha vuelto especialmente sorprendido por la pobreza y la violencia con que se ha encontrado allí. “En Santa Marta está el lujo, por parte del turismo, pero también hay una sociedad que vive aparte de eso”. Su voluntariado se centró en acabar con la brecha digital en la educación. Cuenta que estuvo en un colegio donde 400 niños no tenían ni siquiera acceso a agua potable. “Ellos no lo notaban, pero nosotros sí”, alega Viles, que resalta el papel de las profesoras, a quienes califica como “heroínas”. En este proyecto, que La Caixa desarrolla junto con Telefónica, también participan otros países como Argentina, México, la propia Colombia y Uruguay.

Los empleados de La Caixa subrayan que esta empresa nunca ha recortado el presupuesto de la fundación; ni siquiera durante el periodo de crisis económica a partir de 2008. Incluso aseguran que “en cuanto empezó a vislumbrar cielo abierto”, La Caixa aumentó el presupuesto de obras sociales. Ahora la fundación cuenta con un total de 545 millones de euros y una red de voluntarios dispuestos a colaborar en iniciativas relacionadas con diversos asuntos: desde pobreza infantil al fomento de empleo, pasando por temas de cultura o conocimiento. A juicio de Avando y de Viles, se trata de “pequeñas ayudas para pequeñas poblaciones que generan un impacto tremendo”. Las propuestas, además, no se limitan solo al ámbito de la empresa, sino que “cualquier persona de la calle puede participar” y hacer propuestas de proyectos. Además, alegan que muchas de estas 50.000 iniciativas se quedan en España, donde también hay necesidad de trabajo social.

En cuanto al viaje de Daniel Romero, otro empleado de Endesa, éste todavía no ha comenzado: aún está en la fase de recaudar fondos. Romero afirma que la recaudación, de momento, lleva un “buen ritmo”, con 12.000 euros recaudados, de los veintipocos que se requieren para llevar a cabo el plan de comprar una furgoneta para ayudar a 26 niños y niñas que viven en un orfanato y así llevarles al hospital, al colegio, a la ciudad, etcétera, en una zona cercana a Nairobi (Kenia). “Nos queda aproximadamente la mitad, hasta el 30 de junio del año que viene”. Entre tanto, desde Endesa están haciendo un llamamiento a la sociedad, para que participe del crowdfunding, y para ello organizan diversas actividades, como campeonatos de baloncesto, en que se da a conocer este proyecto, que está a cargo de la ONG Quijote Team.

Escucha aquí el programa de Compromiso Madrid, de M21 radio.

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