El corazón de Madrid ya es Patrimonio Mundial de la Humanidad

Tras siete años de preparación de la candidatura, la Unesco reconoce el valor del eje ‘Paseo del Prado y el Buen Retiro, Paisaje de las Artes y de las Ciencias’. El corazón más verde, antiguo y artístico de Madrid se une así a otras urbes europeas que ya tiene algún espacio declarado Patrimonio de la Humanidad.

Madrid está de enhorabuena, pero también el Foro de Empresas por Madrid, porque hemos ha colaborado durante estos años en la organización e impulso de la candidatura que ha llevado al espacio madrileño “Paisaje de la Luz” a entrar en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad.

El último domingo de julio ha traído una muy buena noticia para Madrid. La Unesco -la organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura- ha reconocido el valor cultural del eje que se encuentra entre el Paseo del Prado y el parque del Buen Retiro y lo ha inscrito como Patrimonio Mundial en su categoría de Paisaje Cultural. Se trata de una reivindicación que se inició con la candidatura del corazón histórico de Madrid y que ha sido impulsada por el Ayuntamiento de Madrid y por las fuerzas políticas de la ciudad.

Así, este eje cultural e histórico de la capital se une a los otros 48 lugares de España que han sido catalogados como Patrimonio Mundial y al resto de capitales europeas que ya contaban con zonas o lugares en sus cascos urbanos etiquetadas así.

Un camino de esfuerzo para convencer

En 2014 se anunció la intención de presentar esta candidatura, pero no fue hasta 2018 cuando se inició la andadura para reconocer este corazón histórico y cultural de Madrid a nivel mundial. Para ello, se resaltó el “valor universal excepcional” con el que cuenta, no solo por contener seis museos de la categoría del Prado o el Reina Sofía, sino también por su importancia histórica y el valor patrimonial de todo su conjunto. Mónica Luengo, paisajista y coordinadora del expediente de Madrid al inicio de la candidatura, lo definía así: “El Paseo del Prado constituye el primer espacio verde que se acondiciona para que los ciudadanos paseen, se entretengan, oigan música y disfruten de la naturaleza. Y esto, en 1540, que es cuando se creó, supuso toda una novedad”.

Mapa patrimonio de la humanidad

Una postura que el embajador español ante la Unesco, Andrés Perelló, tuvo que defender ante el intento de restar del conjunto presentado al parque del Buen Retiro. “Lo que nos piden es que Madrid se arranque un pulmón. El Prado y el Retiro son una feliz unión, cuya acta matrimonial se certifica con una cartografía de más de tres siglos de antigüedad”. Esta afirmación se basa en los orígenes del bulevar y en la importancia del Siglo de las Luces al abrir el parque al público. Carlos III haría una transformación urbanística que convirtió el Paseo del Prado en un modelo de referencia, implantado posteriormente en otras posiciones ultramarinas de la Corona Española. Así, el modelo se copiaría en ciudades como La Habana, Lima o México -entre otras-, donde se instalaron espacios de recreo a imitación del Paseo del Prado.

Tradiciones vivas y ejemplo arquitectónico

La candidatura Prado-Retiro ‘El Paisaje de la Luz’ ha contado finalmente con el apoyo de Brasil, Etiopía, Rusia, Uganda, Omán, Nigeria, Malí, Tailandia y Kirguistán, capitaneados por Arabia Saudita, entre otros. La mayoría estuvo comprometida hasta el último momento, cuando Perelló resumió en apenas tres minutos las bondades de la candidatura madrileña. “Cuando se dice: ‘De Madrid al cielo’, yo me pregunto para qué querrán el cielo si el cielo ya está en Madrid”, declaró el embajador, cuya intervención fue retransmitida en directo, desde el auditorio del Museo del Prado. Se trata de una decisión esperada para junio de 2020 que la pandemia obligó a retrasar más de un año.

Así, la Unesco cataloga el conjunto madrileño según tres criterios: atestiguar un intercambio de influencias arquitectónicas considerable, constituir un ejemplo representativo de algún tipo de construcción o de conjunto, y estar asociado con tradiciones vivas. El organismo internacional evalúa cada año 25 propuestas de ámbito global. El respaldo a la iniciativa por parte de las instituciones españolas ha sido unánime, con foto de familia este pasado domingo con el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida; la vicealcaldesa, Begoña Villacís; el director general de Patrimonio Cultural en la Corporación, Luis Lafuente; el ministro de Cultura, Miquel Iceta; el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, entre otros.

Un nombramiento con revisiones

Ahora, las autoridades madrileñas y el conjunto de la sociedad madrileña tienen la obligación de velar porque el estado y los valores que se han puesto en alza con este nombramiento se mantengan en el tiempo. De hecho, la Unesco valora para el nombramiento la capacidad del gobierno -en este caso las administraciones a tres niveles, estatal, regional y local- de asumir la responsabilidad de conservarlo. Uno de los puntos sensibles es la contaminación atmosférica del Prado. Para mitigar este problema, el Ayuntamiento presentó iniciativas destinadas a minimizar el uso del transporte privado, como Madrid360, con peatonalización de diez kilómetros en 48 tramos de calles.

En cuanto a su valor medioambiental, el eje Prado-Retiro posee 190 hectáreas de las cuales el 75% son espacios verdes. Además, la vía del Prado es el primero de los paseos arbolados urbanos europeos, creado y embellecido desde el siglo XV. Pero su gran transformación y parte de lo que se reclama como excepcional hoy día se produjo en 1767, cuando José Hermosilla diseña la reforma del Paseo del Prado y su prolongación en los paseos de Recoletos y Atocha. Posteriormente, en 1774, Ventura Rodríguez se haría cargo del proyecto, modificando algunas partes de la idea original e introduciendo el concepto mitológico de los elementos fuego, tierra y agua en las tres fuentes de estilo clásico que discurren por el eje. Incluso en su momento, el concepto de sostenibilidad estuvo presente, ya que el agua se reciclaba de una fuente a otra.

Arte, pero también ciencia y mucho más

Una característica especial y única es la incorporación de las ciencias al paisaje urbano de la zona con el Gabinete y Academia de Ciencias Naturales –actualmente el Museo del Prado–, el Real Jardín Botánico -desde donde partieron las expediciones que exploraron los territorios de ultramar reuniendo un increíble tesoro científico que se conserva en su archivo- y el Real Observatorio Astronómico, situado en la llamada Colina de las Ciencias.

A nivel estructural y de edificación, e se concentran el Palacio de Cibeles, actual sede del Ayuntamiento de Madrid, Banco de España, Casa de América, Cuartel General del Ejército de Tierra (Palacio de Buenavista), Museo Thyssen-Bornemisza, Congreso de los Diputados, hoteles Palace y Ritz, edificio de la Bolsa, Cuartel General de la Armada, Museo Naval, Museo del Prado, Museo Nacional de Artes Decorativas, Real Academia Española de la Lengua, Iglesia de los Jerónimos, Real Jardín Botánico, Real Observatorio Astronómico, Museo Nacional de Antropología, dos Ministerios (para La Transición Ecológica, y Sanidad, Consumo y Bienestar Social), la Cuesta de Moyano, CaixaForum, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Puerta de Alcalá, fuentes de Cibeles, Apolo y Neptuno, Obelisco a los Caídos, monumento a Alfonso XII en el estanque del Retiro, etc.

En total más de 21 bienes de interés cultural, fondos y colecciones universales, la mejor pinacoteca del mundo y un referente del turismo internacional. Un conjunto inigualable que ya es Patrimonio de la Humanidad (Foto: Miguel Berrocal).

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