Presentación del proyecto Residuo cero de El Corte Inglés

El Corte Inglés avanza hacia el ‘residuo cero’ en sus centros comerciales

Las organizaciones del Foro de Empresas de Madrid, así como el propio Ayuntamiento de la ciudad, son conscientes de que hay que avanzar hacia la ‘sociedad del reciclaje’, minimizando los residuos y gestionándolos desde la visión de la economía circular. El Corte Inglés, miembro del Foro, ha dado un paso más en este sentido.

Bolsas, perchas, envases, cristal, revistas, folletos, pilas, alimentos, aparatos de refrigeración, luminarias…Los centros comerciales son importantes focos de generación de residuos que, además de ser numerosos, son muy diversos, lo que dificulta su correcto tratamiento para minimizar el impacto ambiental de la actividad de los comercios.

 

Sin embargo, con un cambio integral en la gestión, que implique al 100% del personal y sea “de abajo a arriba”, todos (o casi todos) los residuos que se generan en una empresa se pueden aprovechar mediante la valorización —la conversión del residuo en recurso—o la reutilización de los materiales. Así lo ha demostrado El Corte Inglés, la primera empresa en certificar como “Residuo Cero” sus centros comerciales en Galicia.

 

Según han explicado representantes de esta compañía —que forma parte del Foro de Empresas por Madrid— la obtención del certificado Residuo Cero de AENOR ha sido gracias a los cambios aplicados en sus centros comerciales gallegos de Santiago, Vigo, Ramón y Cajal y Marineda en A Coruña, con los que han conseguido valorizar “al menos hasta el 90%” de los residuos y ahorrarse en torno al 50% de lo que la empresa gastaba inicialmente en la gestión de los mismos. Se ha elegido Galicia porque esta comunidad autónoma mostró especial interés en mejorar las prácticas medioambientales y minimizar su huella ecológica, han resaltado, aunque la idea es aplicar los cambios a otros centros comerciales del país.

 

La estrategia, que se ha desarrollado a lo largo de siete meses y se ha trabajado de la mano de una consultora especializada, consiste principalmente en mejorar la calidad de los restos para facilitar su valorización y en disminuir su volumen, todo lo cual ha llevado a El Corte Inglés a recortar a la mitad sus rutas de transporte de residuos y a reducir sus emisiones de CO2.

 

También se ha apostado por donar alimentos (más de 97 toneladas) a Bancos de Alimentos y por la reconversión de 150 toneladas de residuos orgánicos en un compost de lombriz que se venderá en las tiendas de Bricor. Por otro lado, 290 toneladas de madera sobrante de la empresa se han entregado a una compañía gallega de transformación para que se utilicen como materia prima.

 

“Hemos intentado que el residuo no saliera de Galicia, trabajando con gestores y valorizadores locales”, ha señalado en rueda de prensa Brezo Tejerina, portavoz del departamento de medio ambiente de El Corte Inglés y responsable del proyecto, quien afirma que en todo caso se ha dado prioridad a la reutilización sobre el reciclaje porque “el residuo mejor gestionado es el que no se genera”.

 

Pero para materiales como el papel y el cartón, por ejemplo, el reciclaje sí ha jugado un papel importante. En este caso, los restos se han aprovechado para fabricar productos del mismo uso, como cajas de embalaje. Asimismo ha sucedido en el caso de la ropa, pues se ha apostado por la ropa reciclada a partir del material textil sobrante en las plantas de moda. Sin embargo, Tejerina ha reconocido como uno de los retos pendientes cambiar los hábitos de consumo de los clientes hacia un tipo de moda más lenta, que no genere tantos residuos y que prolongue el tiempo de uso de cada prenda, algo que ha calificado como “muy complicado”.

 

Para los plásticos, se ha trabajado sobre todo con los proveedores, ha agregado, exigiéndoles que el plástico que empleen en sus productos sea de las mismas características para facilitar su reciclado. Respecto a los residuos electrónicos, se han llevado a plantas de tratamiento autorizadas y se ha conseguido valorizar el 7% de los aparatos de frío.

 

Con todas las medidas, Tejerina ha asegurado que se ha evitado llevar a vertedero el equivalente a lo que generan en un día 250.000 personas, multitud comparable a la población de A Coruña. Y ello no ha requerido una inversión elevada, e incluso ha generado ahorros de aproximadamente el 50% del gasto inicial en gestión de residuos, ha recalcado la responsable del proyecto. La clave, a su juicio, ha sido la organización y el cambio en la gestión que ha sido aplicado “de arriba a abajo”, desde la dirección hasta el empleado recién llegado, con una formación al 100% del personal para que no falle ningún eslabón de la cadena. También se ha colaborado estrechamente con las entidades locales y en adelante se pretende cooperar aún más.

 

Juntos, los centros comerciales de El Corte Inglés componen una superficie de más de 400.000 metros cuadrados, “50 veces el tamaño de la Catedral de Compostela”, y cuentan con 20.000 proveedores, más de 4.000 empleados y un flujo de visitantes al año de 20 millones y medio; “los mismos que recibe Londres en un año, que es la segunda ciudad más visitada del mundo”, ha incidido Tejerina.

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