El centro municipal ha atendido a 91 mujeres sin hogar desde diciembre de 2021. Este recurso se une a otros proyectos como el de inserción laboral de víctimas de trata o violencia machista que lleva a cabo el Foro de Empresas por Madrid por la igualdad.
El centro Beatriz Galindo para mujeres sin hogar víctimas de violencia, pionero en España, ha cumplido un año desde el acceso de las primeras usuarias en diciembre de 2021. El delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte, celebró el aniversario con las usuarias, con quienes ha compartido un desayuno para escuchar sus experiencias en estos primeros meses de funcionamiento.
Desde su apertura el pasado año, el centro Beatriz Galindo ha atendido a 91 mujeres sin hogar víctimas de violencia, en su mayoría de entre 46 y 55 años, con largas trayectorias viviendo en la calle. Desde el recurso municipal se realizan diferentes acciones relacionadas con la reducción de las adicciones, abordaje psicológico de las emociones y manejo del malestar, y otras actividades que mejoran su estado de salud físico y psicológico. Asimismo, el centro fomenta la mejora de las habilidades sociales y de la convivencia, y promueve actividades de ocio y comunitarias para impulsar su recuperación.
Autonomía y una segunda oportunidad laboral
Este proyecto está en la línea de otros del Foro de Empresas por Madrid para ayudar a las mujeres y para lograr la igualdad efectiva. Un ejemplo es el proyecto por la reinserción de mujeres víctimas de violencia machista o de trata. Se trata de un proyecto que desde 2021 el Foro ha apoyado y ha estado impulsado por el Área de Gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento. Está dirigida a mujeres que han sufrido violencia de género en el ámbito de la pareja/expareja, violencia sexual o víctimas de trata, mediante la reserva de puestos de trabajo, con carácter prioritario, para lograr su inserción laboral.
Tanto a nivel de la plataforma como a nivel individual, las empresas que participan en la alianza público-privada aportaron su grano de arena. Es el caso de PreZero que puso en marcha un proyecto para formar laboralmente a mujeres víctimas de violencia de género. Promueve, a través de su Escuela de Oficios, los recursos humanos y materiales necesarios para la realización tanto de la fase formativa como de las prácticas posteriores, mientras que el Ayuntamiento realizará la derivación de las mujeres procedentes de los recursos municipales.
