El Ayuntamiento de Madrid prevé cubrir con jardines verticales los muros laterales de la circunvalación madrileña M30. La vegetación elegida para ello será resistente a las condiciones climáticas, evitando también el gasto público en limpieza de pintadas.
Calle 30 Natura. Así se llama el proyecto con el que el Ayuntamiento de Madrid quiere cubrir los muros de la M-30 con jardines verticales. Se trata de una “renaturalización” de la principal vía de circunvalación de la capital por la que circulan diariamente más de un millón de vehículos y que cuenta con 30 kilómetros de longitud.
La iniciativa tiene como objetivo “continuar mejorando la calidad del aire, para reducir las emisiones contaminantes, para mejorar la imagen: del gris al verde, de las paredes de hormigón a los jardines verticales”, según indica el propio ayuntamiento en su lanzamiento de su piloto, que costará cuatro millones de euros.
Este ‘beta’ incluye la instalación de sensores de contaminación en la estructura que permitirán conocer cuál es la captación de contaminantes que están haciendo los paneles. Para poder acceder a las estructuras para su revisión y mantenimiento se contempla un sistema de paneles abatibles de fácil acceso. Las pantallas vegetales contarán con un sistema de riego automatizado y monitorización para conocer las condiciones de los jardines en tiempo real y mantener la vegetación en estado óptimo.
La vegetación elegida para Calle 30 Natura, según ha señalado el Área de Movilidad y Medio Ambiente, “será de alta resistencia, bajo consumo de agua y adecuadas para las condiciones del entorno”. Con la cobertura de los muros, además de la parte climática, se logra cubrir las pintadas, cuya limpieza tiene un coste considerable para los fondos públicos.
La primera fase de Calle 30 Natura se desarrollará entre las glorietas de Mariano Salvador Maella y la de Nueva Zelanda. La segunda fase se extendería al resto de muros de la M-30 en 2024, con un coste de 30 millones de euros y afectando a 100.000 metros cuadrados de muros.
